Un poco alejada del valle central, Portilla está asentada a casi 1200 metros de altura, a los pies de la Peña que le da nombre.
Portilla de Luna ofrece una bella panorámica de pueblo de montaña. Sus casas adornan las calles de un modo que parece estudiado, no sobra ni falta ninguna piedra. Y como remate, la iglesia. De estilo inconfundible, con el cubo adosado para las escaleras de acceso, parece una fortaleza. Restaurada recientemente con buena mano, nos ofrece una estampa hermosa y sobria de la arquitectura religiosa de la montaña occidental de León. Bajo su bóveda apuntada, el retablo alberga valiosas tallas, algunas de aire gótico.
Desde Portilla podemos encaminarnos al desfiladero de los Calderones para realizar la ruta del mismo nombre hasta Piedrasecha. El paisaje es espectacular, con paredes de pronunciada verticalidad que nos flanquean el paso durante todo el recorrido.